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Foto del escritorSilvia Berdejo Gomez

Hologracómic

Los cómics ya no se leen, se viven. Todo friki de los cómics como yo, debe tener una sala de hologramas, más conocida como Hologracómic, para poder descargar el contenido de los cdómics y si no tienes esa sala no eres nadie. Todos mis amigos la tienen, así que yo tuve que ahorrar muchísima pasta para poder comprarme una. Esta tarde la recojo de la tienda y la instalo en mi habitación, estoy nervioso, llevo demasiados meses esperando.

Pienso en cómo será el hologracómic, me he comprado un cdómic para probarlo, el cdómic es de Batman. Los cdómics son como videojuegos, los conectas al hologracómic y listo. La diferencia entre un videojuego normal y un cdómic, es que en el cdómic los personajes del juego son gente a los que conoces, es decir, que si tengo un cdómic de Batman, es posible que el Joker por ejemplo sea el idiota descerebrado de Víctor, el matón de mi clase, o que Catwoman sea la preciosa Sara, la chica más guapa de todo mi colegio.

Llega la tarde y no puedo esperar más, salgo de casa corriendo y me compro el hologracómic. Una vez instalado en mi habitación, descubro que estoy en una sala completamente nueva, más amplia y distinta de mi cuarto. Conecto el cdómic y espero. Creo a mi personaje, por supuesto, en este cdómic yo no podría ser otro que el legendario caballero oscuro y una vez solucionado eso, aparezco en Gotham.

Puedo ver las callejuelas oscuras y siniestras, la torre Wayne a lo lejos y una señal en el cielo, el comisario Gordon me reclama. Realmente siento que me he tele trasportado, siento el cuero del traje de Batman sobre mi piel, la batgarra en mis manos y la brisa nocturna. Lanzo la batgarra a una de las azoteas de los edificios para moverme hasta la comisaría y me da un vértigo horrible cuando miro al suelo.

—Vale la batgarra, tal vez no es tan buena idea — digo para mí.

Llego a la comisaria a duras penas y nada más llegar vomito en el tejado de la comisaria, esto de las alturas no es lo mío.

—¿Batman? ¿Eres tú?

Me giro y no puedo creer lo que veo, el comisario Gordon es mi padre, el cdómic le ha modificado para que se parezca al comisario Gordon, pero la tripa de mi padre y su calva son inconfundibles, es él.

—¿Papá? — pregunto atónito después de vomitar.

—A ver, ¿Qué clase de sustancia te ha metido el Espantapájaros? — me pregunta con el ceño fruncido.

—¡Joder! ¡Qué feo estas! Ahora entiendo por qué nunca te dejas bigote… — contesto ensimismado.

—Mi bigote me queda de maravilla — contesta molesto Gordon-papá.

—Eh, sí, bueno, perdona, ¿En qué puedo ayudarte, Gordon? — pregunto metiéndome en el papel.

—El Joker está aterrorizando la ciudad, ha cogido rehenes en un edificio cerca del jardín botánico de Gotham — El comisario agacha la cabeza preocupado — Batman, tiene a mi hija Bárbara, ¡Tienes que salvarla!

Prometo a mi padre, digo a Gordon, que salvaré a su hija y salgo en busca del edificio ese. Una ventana tipo cómic antiguo aparece en la parte superior izquierda de mi cabeza, en ella pone lo que dice la “voz en off” del cdómic:

“El caballero oscuro no tenía tiempo que perder, pero para salvar a Bárbara del Joker, sabía que iba a necesitar ayuda, por lo que fue al jardín botánico antes y allí se reunió con ¡¡HIEDRA VENENOSA!!” — dice la voz en off.

Capto la indirecta y voy al jardín botánico. Aguardo impaciente, tengo curiosidad por saber quién va a interpretar a Hiedra Venenosa, con lo sexy que es ese personaje, espero que sea la preciosa Sara de mi clase. Sin embargo, cuando la veo se me cae el alma a los pies:

—¿¡MAMÁ!? Por Dios, pero ¿Quién ha hecho este cdómic? ¿Un psicópata? Por favor mamá, ¡PONTE ALGO!

Solo unas tristes hojas cubren el cuerpo desnudo de mi madre, me dan ganas de arrancarme los ojos.

—¡Batman! ¿Qué haces aquí?

“Entonces Batman convenció a Hiedra Venenosa para que juntos derrotaran al Joker” — interrumpe la estúpida voz en off.

—Sí, ¡Ya lo he pillado, estúpido narrador! — grito molesto — Hiedra, el Joker tiene secuestrado a unos rehenes en el edificio de enfrente, si explota el edificio, estas plantas morirán, si quieres salvarlas, tienes que ayudarme a acabar con el Joker.

Hiedra venenosa, también conocida como “mamá”, accede a ayudarme y juntos entramos en el edificio, donde el Joker tiene secuestrada a Bárbara.

—¡JA, JA, JA! ¿Es el caballero oscurito? — pregunta el Joker.

No distingo quién interpreta al Joker hasta que está justo enfrente de mí, es mi mejor amigo Pedro. Me empiezo a reír al verle disfrazado del Joker, con todo ese maquillaje y ese traje morado, está ridículo.

—¿Qué te hace tanta gracia, guapo? — pregunta un poco molesto Pedro.

—Nada, perdona, mataría por hacerte una foto ahora — contesto riéndome.

—Me alegro que tengas tan buen humor, Batman, seguro que no vas a parar de reírte en cuanto veas a la querida hija del comisario devorada por esas pirañas de ahí.

Por fin pasa algo bueno, Bárbara Gordon no es otra que la preciosa Sara de mi colegio. Está atada al techo y la cuerda que le sujeta, va bajando poco a poco a una piscina llena de esos peces diabólicos.

Decido salvarla y para ello tengo que recurrir a mi desnuda madre:

—Mamá, digo Hiedra, haz que tus plantas desenreden a Bárbara y la próxima vez tápate con hojas más grandes, por favor. Yo detendré al Joker.

Agarro al Joker de la camisa y él no para de reírse. Me doy cuenta de una cosa, no puedo pegarle, es mi amigo. ¿Por qué este estúpido juego ha escogido a mi amigo para interpretar al Joker?

Hiedra Venenosa ya ha salvado a mi preciosa Sara y le pido que atrape al Joker con sus plantas mientras llamo al comisario Gordon.

—Tranquilo, Batman, nos encargaremos del Joker, le meteremos en Arkham.

—Gracias papá, digo Gordon.

El cdómic ha terminado y salgo del hologracómic confuso. Hay veces en que la realidad es mucho mejor que la ficción.





Si te ha gustado…

Como habéis podido comprobar, me gusta Batman. Soy más de DC que de Marvel, no obstante Marvel me encanta. Mi superhéroe favorito de Marvel es el Capitán América y de DC es Catwoman. Este relato pretendía ser gracioso, así que espero que te hayas reído. Yo desde luego me lo he pasado muy bien escribiéndolo.

Éste tiene dos referencias claras: una a Star Trek y su “sala de hologramas” y otra a Batman y todos sus personajes.

El mensaje que quería transmitir con esta historia es que, tal y como dijo Dumblendore respecto al espejo de oesed: “no conviene deleitarse en los sueños y olvidarse de vivir”, la realidad, por mala que nos parezca a veces, es lo que tenemos. Si nuestra realidad no nos gusta, tenemos que esforzarnos en cambiarla, no soñar con hacerlo, porque al final no lograremos nada.

Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.

Y un saludo de Silvia!!

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