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Foto del escritorSilvia Berdejo Gomez

ESPECIAL HALLOWEEN: Desenlace: El Monstruo

La puerta chirriante de Alfer Holfmod capta mi atención.

—¿Qué haces aquí? — pregunta asustado Alfer al descubrir que estoy en su casa.

—¿Qué son todas estas fotos, Alfer? ¿Carly sabía que la espiabas?

—Eso no es de tu incumbencia — contesta enfadado.

Alfer se acerca al mural y avergonzado empieza a quitar una a una, todas las fotos de Carly.

—Yo, la quería, ¿Sabes? — me confiesa — sé que puede sonar enfermizo, por lo de este mural y tal, pero ella era muy importante para mí y quiero averiguar quién le hizo esto.

—Yo también, Alfer.

Mi primera opinión de él era acertada, Alfer Holfmod no es más que un niño perturbado por los horrores de su pasado, aunque tenga un extraño mural dedicado a Carly, no creo que fuera su asesino. Es completamente inofensivo, como el conejo de la historia.

Me planteo hablarle del libro misterioso que estoy leyendo, pero antes de nada, necesito saber si puedo confiar plenamente en éste adolescente solitario:

—¿Qué les pasó a tus padres? — le pregunto a sabiendas de que es un tema doloroso.

Alfer me mira desconcertado, no se esperaba para nada esa pregunta, pero a pesar de que para él es un tema complicado bastante reciente, decide contarme la historia:

—La historia oficial es que mi padre, que era un borracho, bebió demasiado y tras matar a mi madre se suicidó. Sin embargo, yo tengo otra opinión.

—¿Qué otra opinión?

—Yo estaba aquí cuando pasó todo eso y lo que vi — Alfer hizo una pausa para tomar aire un poco frustrado — bueno no sé lo que vi, los policías dijeron que estaba demasiado afectado, que había sufrido mucho, que era normal que intentara creer cosas que no eran — Alfer hizo una segunda pausa y pude ver como sus pensamientos se trasladaban a otra época a otro momento en su vida — ¿Sabes qué? Prefiero no hablar del tema, quiero borrarlo de mi mente.

—De acuerdo.

—Yo también tengo una pregunta para ti — me dice — Tú estabas muy pegado a Carly, ¿Cómo sé que no eres el asesino?

De repente un recuerdo me viene a la mente, cuando pillé a Alfer en la cocina de mi casa.

—¡Por eso entraste en mi casa! — exclamo — ¡Crees que soy el asesino! No querías buscar azúcar.

Mi joven vecino se ruboriza.

—Comprenderás que resulta bastante sospechoso… ¿Tienes cuartada?

—No Alfer, yo jamás le haría daño a Carly, era mi amiga y no no tengo cuartada porque estaba solo en casa leyendo un libro, sé que puede sonar raro pero…

La cara de Holfmod cambia por completo.

—¿Un libro dices? — me pregunta — ¿Cómo se titula?

—Sí, se titula “Infernum”.

Al oír el título del libro, la cara de Alfer palidece.

—Tenemos que ir ahora mismo a tu casa, hay que cerrar ese libro.

—¿Qué? ¿Qué quieres decir? ¡No entiendo nada! ¿Qué le pasa a ese libro?

—¿Te has parado a pensar en lo que significa Infernum? — me pregunta enfadado dirigiéndose a la puerta de mi casa.

—No —confieso siguiéndole.

—Significa submundo y tú le has abierto la puerta.

—¿A quién? — pregunto horrorizado.

Entramos en mi casa y vemos el libro abierto encima de la mesa del sofá. Una ráfaga de aire mueve sus páginas y nos estremecemos.

—Has dejado el libro abierto — dice horrorizado Alfer.

Se acerca corriendo a la mesa y cierra el libro de golpe.

—¿Me quieres explicar qué está pasando? — le pregunto nervioso.

—Me has preguntado cómo murieron mis padres, mis padres murieron por un libro como éste. Yo abrí el libro y de él salió mi opuesto, la versión oscura de mi ser, somos como el yin y el yang y fue mi opuesto, mi doble, mi lado oscuro, el que mató a mis padres. Ese libro se titulaba Infernum y su autor era yo.

—¿Eres el autor del libro? — pregunto desconcertado.

—No, hay muchos libros esparcidos por todo el mundo, pero el autor de éste libro en concreto — dice enseñándome el libro que sostiene en sus manos — eres tú.

—No lo entiendo.

—Existe un submundo del que no sabíamos nada, una dimensión oscura y opuesta a la nuestra, de la cual, se une con nosotros a través de una colección de libros llamada Infernum, todos los libros de Infernum están a lo largo y ancho de éste mundo, esperando a que sus respectivos autores los encuentren, tú has encontrado tu libro de Infernum, tu portal al submundo y tu doble, la versión oscura y malvada de tu ser, se muere por venir a nuestro mundo. Tú has abierto el libro, le has abierto la puerta y él matará a todos tus seres queridos, como Carly, antes de ir a por ti.

Mi cuerpo tiembla y un sudor frío recorre mis sienes, ¿Y si Alfer tiene razón? Eso supondría que mi doble en ese submundo es el lobo de la historia y que yo, al abrir el libro cometí un error, le dejé entrar. Yo soy el verdadero monstruo. Un chirrido de puerta hace que se me acelere el corazón, he vuelto a dejar la puerta de la entrada abierta, él viene a por mí.

Si te ha gustado…

Acabas de terminar de leer la colección de los tres relatos que he preparado para este Halloween, espero que te haya gustado el final. Imagino, que durante toda la historia estabas convencido de que el malo era el protagonista del libro, sin embargo, aunque no ibas mal encaminado, el verdadero monstruo era la versión de el mismo en ese submundo.

Habrás notado en qué me he inspirado para escribir esto, exacto, me he inspirado en Stranger Things (para mí la serie del año, me encantó y la recomiendo encarecidamente si no la has visto) el submundo de Infernum está inspirado en el mundo Del revés, sin embargo, al contrario que Stranger Things, en ese submundo esta nuestro peor enemigo: nosotros mismos. Todos tenemos un lado oscuro, ¿Qué pasaría si ese lado oscuro se escondiera en un submundo?

Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.

Y un saludo de Silvia!!

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