Me llamo Teller aunque los humanos me llaman “El Salvador”, ahora me ven como un héroe por salvarles de los zombies, pero sé que cuando este apocalipsis zombie acabe, los humanos dejarán de verme como El Salvador y me verán como un monstruo.
No conozco una época sin zombies, aunque los mayores dicen que era maravillosa. Tengo veintitrés años y la gente ya me teme por lo que soy capaz de hacer, a pesar de que lo que hago, lo hago desde que nací. Por algún extraño motivo cuando los zombies nos atacan y descubren que yo estoy entre el grupo de humanos, los no-muertos huyen despavoridos, me reconocen de alguna forma. Aunque ahí no acaba mi monstruosidad, desde que nací no he comido nada, no necesito comer y no como nunca.
Mis “poderes” es lo que más asusta a los humanos, algunos me llaman demonio y otros ángel. Sin embargo todos agradecen mi ayuda cuando les salvo de los muertos. Ahora voy a hacer uno de esos rescates, mi equipo y yo estamos intentando salvar a una mujer, está atrapada en una cueva llena de zombies, ella no deja de huir, aunque sabe que no hay salida.
Afortunadamente para ella, nosotros estamos en la cueva y acabaremos con todos los que intenten dañarla. Los zombies se acercan veloces y ella se ha escondido en un hueco de la cueva dónde ni las manos de los no-muertos pueden llegar.
—¡Antorcha, dales la bienvenida a nuestros amigos! — le digo a mi compañero.
Antorcha encendió el lanzallamas e incendió a todos los zombies. Una vez aturdidos éstos, nosotros atacamos. Les cortamos la cabeza, es la única forma de matarles, hay que destruirles el cerebro. Estábamos ganando la batalla cuando de pronto entraron más zombies en la cueva.
Uno de ellos atacó a mi amigo Shaun y se formó el caos. Salí corriendo matando a todos los zombies que había en mi camino, Shaun es mi mejor amigo, tengo que rescatarle. Consigo llegar a su posición y descubro que ya es tarde, Shaun ya es uno de ellos.
Mis amigos no dejan de caer muertos al suelo, hasta que uno de los zombies descubre quién soy y grita a los otros mi presencia antes de salir huyendo. Los no-muertos huyen de mí, dejándome a solas en la cueva con la mujer que pretendíamos salvar y que tantas vidas nos ha costado.
Me acerco a ella y la ayudo a salir del agujero dónde estaba escondida:
—¿Se encuentra bien, señora? — le pregunto.
—Eso creo — contesta confusa — ¿Cómo ha hecho eso? ¿Cómo ha conseguido echar a los zombies?
—No lo sé, lo hago desde que nací, por algún motivo no les caigo bien.
—Un segundo, ¿Eres Teller? ¿Teller Fork? — me pregunta sorprendida.
—Sí, así es — contesto sorprendido de que conozca mi nombre completo.
—¿Sabes quién soy yo? Soy la doctora Yora Swar, ¡Llevo años buscándote! — dice emocionada.
—¿La conozco de algo?
—Sí que me conoces, aunque eras demasiado pequeño cuando me conociste, yo estuve en tu nacimiento, conocí a tus padres Bryan y Stephie Fork…
El corazón se me acelera de pronto, no sabía cómo se llaman mis padres, mi primer recuerdo de la infancia fue despertar en un refugio de humanos con una pulsera de hospital en la que ponía Teller Fork, no recuerdo nada anterior a ese recuerdo.
—¿Por qué dice que lleva tanto tiempo buscándome?
—Porque eres la salvación de este desastre, tu madre al dar a luz se convirtió en la primera no-muerta de la historia y tú, por el contrario, te convertiste en la cura, por eso los zombies huyen de ti, te temen.
—¿Qué quiere decir con que soy la cura?
—¡Tu sangre Teller! ¡La cura está en tu sangre! Tu sangre hará que todos los zombies recuperen su humanidad.
Las palabras se amontonaron en mi garganta, siempre pensé que era un monstruo, que el ser raro y diferente me hacía inferior, pero no era así. Ahora puedo hacer algo por los demás, una oportunidad, que no pienso desaprovechar.
Si te ha gustado…
En este relato hago muchas referencias interesantes, los nombres segundarios de Antorcha y Shaun son dos guiños a la Antorcha Humana (uno de los cuatro fantásticos) y a Shaun of the dead (conocido en España como la peli de Zombies Party). Aunque tal vez la referencia más interesante es a Terminator, ya que al igual que John Connor había nacido para salvar al mundo de los terminators, Teller Fork ha nacido para salvarlo de los zombies.
Con este relato quería transmitir un mensaje, aunque seas raro o especial y sientas que eres distinto al resto, no tienes por qué sentirte inferior a nadie. Yo misma lo he sentido muchas veces, soy más bien rara y al ser rara, no hay mucha gente que me entienda y eso hace que en vez de tener muchos amigos de mala calidad, tenga pocos amigos de buena calidad (cosa que prefiero). Las personas excepcionales hacen cosas excepcionales y son las que en realidad hace que avance la humanidad. Así que no desesperes, el ser raro te hace único y mientras los demás ven las cosas de un color, tú tienes la oportunidad de verlas de otro.
Dicho esto, espero que os haya gustado mi relato y que me dejéis vuestros comentarios, dudas y opiniones al respecto.
Y un saludo de Silvia!!
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